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A lo largo del 2023, la economía estadounidense experimentó un crecimiento sorprendente, superando las expectativas iniciales. Aunque el ritmo de creación de empleo se suavizó y el número de puestos de trabajo vacantes se redujo, el total de personas desempleadas sigue siendo menor que el número de puestos vacantes. Esto indica que el mercado laboral se mantiene sólido, a pesar de la desaceleración en el crecimiento de los salarios.
El crecimiento económico estuvo respaldado por un alto nivel de estímulos fiscales, que llevaron al déficit fiscal como porcentaje del PIB a incrementarse de 5.4% en el 2022 a 6.3% en el 2023. Esta política fiscal expansiva contribuyó a mantener el impulso económico y contrarrestar los riesgos de desaceleración.
La Reserva Federal (Fed) desempeñó un papel crucial en la economía estadounidense durante el 2023. Aunque se esperaba que la Fed redujera las tasas de interés, se vio obligada a llevar a cabo un ciclo alcista agresivo, elevando la tasa de fondeo en un punto porcentual completo mediante cuatro incrementos de un cuarto de punto cada uno. Esto llevó la tasa de fondeo a un rango de 5.25-5.50 por ciento.
La decisión de la Fed de elevar las tasas de interés se basó en la fortaleza del mercado laboral y en los avances en el combate a la inflación. Aunque hubo una desaceleración en la creación de empleo y los salarios, la inflación general y subyacente mostraron mejoras significativas en comparación con el año anterior. La inflación general cerró el 2023 rondando el 3%, mientras que la inflación subyacente se situó alrededor del 4%.
Durante el 2023, Estados Unidos logró avances importantes en el combate a la inflación. Gran parte de esta mejoría se atribuye a una deflación en los precios de bienes que fueron afectados por disrupciones en las cadenas de suministro durante el periodo 2020-2022. Sin embargo, los precios de los servicios han mostrado resistencia inflacionaria.
Goldman Sachs fue uno de los pocos especialistas que tuvo pronósticos atinados en casi todos los frentes. Según Goldman Sachs, el optimismo se basó en la fortaleza del mercado laboral y en una disminución en la inflación más rápida de lo esperado. Esta tesis se cumplió, ya que los salarios reales moderaron su alza sin un aumento considerable en la tasa de desempleo, y la normalización de las cadenas de suministro se hizo más evidente en el 2023.
Aunque se espera una desaceleración en la actividad económica para el 2024, la probabilidad de recesión ha disminuido considerablemente en comparación con el año anterior. Según el consenso de expectativas, la economía de Estados Unidos podría crecer alrededor del 1.0% este año.
Además, se espera una continuación de la trayectoria descendente en la inflación, lo que, combinado con la desaceleración económica, permitiría a la Fed iniciar un ciclo de reducción en la tasa de fondeo. El mercado de futuros de tasas está descontando entre cinco y seis recortes de un cuarto de punto cada uno en el 2024.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que existen riesgos tanto al crecimiento económico como a la inflación, principalmente debido a factores geopolíticos internos y externos, que podrían acentuarse en un año electoral cargado de retórica divisiva.
El panorama económico de Estados Unidos para el año 2024 es incierto pero prometedor. A pesar de las previsiones iniciales de recesión, la economía estadounidense logró un crecimiento sorprendente en el 2023, respaldado por un mercado laboral sólido y estímulos fiscales. Sin embargo, existen riesgos y desafíos que podrían afectar la economía en el año electoral. Es importante estar atentos a las decisiones de la Reserva Federal y a los desarrollos en el combate a la inflación.