English
Bolsas en EE.UU cae y el S&P 500 baja a su nivel más bajo de 2023
En la última semana, hemos sido testigos de una serie de eventos que han enviado ondas de choque a través de los mercados financieros, dejando a los inversores con una sensación de incertidumbre. Un orador tras otro de la Reserva Federal ha transmitido mensajes enfáticos de que mantendrán la política monetaria más restrictiva durante más tiempo, lo que ha dejado a los mercados en un estado de alerta constante.
El martes, las acciones estadounidenses sufrieron un golpe, con el S&P 500 perdiendo un 1.1% de su valor. La razón detrás de esta caída fue una disminución en la confianza de los consumidores en la economía, junto con la creciente percepción de que los tipos de interés se mantendrán altos durante un periodo prolongado. Además, el índice de volatilidad Cboe (VIX), un medidor del miedo en Wall Street, se encamina a cerrar en su nivel más alto desde mayo, lo que refleja la creciente ansiedad en los mercados.
Uno de los principales factores detrás de esta disminución en la confianza del consumidor fue un informe que mostró que la confianza del consumidor en la economía más grande del mundo se estancó este mes. Esto es un indicativo de que los consumidores podrían estar sintiendo la presión de la inflación y los precios en aumento, especialmente en alimentos y energía, que componen una parte sustancial del presupuesto de la persona promedio.
Además, los informes señalan que las compras de nuevas viviendas han caído a su nivel más bajo en cinco meses, mientras que los precios de la vivienda en EE.UU. han alcanzado máximos históricos. Este aumento de precios de la vivienda se produce en medio de una oferta escasa, lo que pone a los consumidores en una posición difícil.
En los mercados de bonos, los rendimientos del Tesoro han vuelto a subir, alcanzando máximos no vistos en una década. La subasta de bonos del Tesoro a dos años registró un rendimiento del 5.085%, el nivel más alto desde 2006. Esto indica una mayor aversión al riesgo por parte de los inversores y su búsqueda de activos más seguros en un entorno incierto.
Las grandes empresas tecnológicas, como Apple, Microsoft, Amazon y Google, han sido arrastradas por esta ola de incertidumbre. La amenaza de una política monetaria más restrictiva ha desencadenado la venta de acciones de alto crecimiento, ya que los inversores se preocupan por la disminución de las perspectivas de ganancias futuras en un entorno de tipos de interés más altos. Esto se ha reflejado en un aumento de las posiciones cortas en el índice Nasdaq 100, que está compuesto en gran parte por empresas tecnológicas.
La Reserva Federal ha sido clara en su intención de mantener una política monetaria más restrictiva durante más tiempo si la economía muestra un rendimiento más fuerte de lo esperado. Los inversores están comenzando a adaptarse a la idea de tipos de interés más altos durante un período prolongado, lo que algunos llaman la "nueva normalidad".
El presidente y CEO de JPMorgan Chase & Co, Jamie Dimon, incluso ha planteado la posibilidad de que los tipos de interés en Estados Unidos puedan llegar al 7%, un escenario que tomaría por sorpresa a consumidores y empresas por igual.
Por si fuera poco, la advertencia de Moody's Investors Service de que un cierre del Gobierno estadounidense afectaría negativamente a la calificación crediticia del país ha mantenido a los operadores centrados en la fecha límite de finales de mes.
En conclusión, los mercados financieros están experimentando una fase de turbulencia debido a una combinación de factores, incluida la política monetaria de la Reserva Federal, la inflación, la confianza del consumidor y la incertidumbre económica. Los inversores están ajustando sus estrategias para adaptarse a esta "nueva normalidad", mientras que los expertos y economistas siguen analizando el panorama económico en busca de señales de estabilidad. En un momento en que la incertidumbre parece la norma, la paciencia y la precaución son virtudes importantes para los inversores.
